LOS AYOREOS Y EL GOBIERNO NO LOGRAN DETENER LA DEFORESTACION
Paraguay: La mesa de negociaci贸n del Estado sobre ayoreos no contactados no logra detener la deforestaci贸n
ASUNCION - Pueblos indígenas - Las conversaciones sobre la titularidad de tierras que mantiene el Gobierno de Paraguay con el pueblo indígena ayoreo, recientemente contactado, todavía están pendientes de alcanzar un acuerdo. Mientras, la deforestación desenfrenada continúa destruyendo su territorio.
Algunos miembros de esta tribu siguen sin contactar y viven en una isla de bosque que desaparece con rapidez.
El diálogo comenzó hace seis meses a raíz de una petición de los ayoreos a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), un influyente organismo que pide a los gobiernos
latinoamericanos que rindan cuentas en materia de derechos humanos. Los ayoreos llevan reclamando su derecho a su tierra ancestral desde 1993.
Sin embargo, transcurrida ya la mitad del año que se fijó como plazo para este proceso apenas se han adoptado medidas, lo que lleva a temer por la supervivencia futura de este pueblo
indígena. Está previsto realizar un estudio técnico para valorar la posibilidad del aseguramiento legal de su territorio.
El Gobierno tampoco ha frenado la tala desaforada de su bosque a pesar de la orden de emergencia emitida por la CIDH en 2016 para proteger a los indígenas no contactados y detener la deforestación.
Información de contexto:
– Los ayoreos viven en el Chaco, el mayor bosque de Latinoamérica fuera de la Amazonia. Recientemente se registró en él la mayor tasa de deforestación del mundo. Los expertos estiman que el bosque perdió casi 10 millones de árboles en enero de 2017.
– Ello pone en peligro de muerte a los ayoreos, que se enfrentan a una catástrofe a menos que su tierra sea protegida.
– Muchos indígenas ayoreos fueron contactados a la fuerza por misioneros entre 1969 y 1986. Las invasiones continuadas de sus tierras los forzaron a abandonar sus hogares. Desde entonces, muchos han contraído enfermedades (una de ellas similar a la tuberculosis ) y han padecido pobreza y explotación viviendo en los márgenes de la sociedad mayoritaria de Paraguay.
– Miembros recientemente contactados de la tribu pasaron años huyendo de las topadoras (excavadoras), a las que denominan “bestias con piel de metal”. Los madereros utilizan estas
máquinas para abrir caminos que facilitan la tala de árboles.
– La petición que finalmente llevó al Gobierno de Paraguay a una mesa de negociación con los indígenas se denomina petición 850-15. Trata una reclamación para la restitución de la tierra de los ayoreos.
- En febrero de 2016, la CIDH emitió una orden de emergencia (MC 54-13) en la que pedía la protección de los ayoreos no contactados y sus bosques. Aunque esto se produjo en respuesta a una petición diferente presentada por los ayoreos, también se abordarán las órdenes durante las citadas conversaciones.
– El grupo de apoyo local GAT y la organización indígena OPIT han desempeñado un papel crucial a la hora de ejercer presión sobre el Gobierno. Tras meses de advertencias, finalmente en julio de 2017 lograron presionarle para que investigue la actividad maderera. Todavía queda por ver si se pondrá fin a la deforestación y si se llevará ante la justicia a los responsables de la misma.
Survival International pide que se detenga por completo la deforestación del territorio de los ayoreos y que se les devuelvan todas sus tierras, cuya titularidad ha sido adjudicada a empresas ganaderas.
Los pueblos indígenas aislados no son atrasados ni reliquias primitivas de un pasado remoto. Son nuestros contemporáneos y una parte vital de la diversidad humana. Donde sus derechos se respetan, siguen prosperando.
Son los mejores guardianes del medioambiente. Y las pruebas demuestran que los territorios indígenas son la mejor barrera contra la deforestación.
El director de Survival International, Stephen Corry, declaró: “Los ayoreos llevan ya más de veinte años esperando a que sus tierras sean protegidas. Todo este tiempo han visto cómo sus bosques eran destruidos delante de ellos. Esperaban que la intervención de la Comisión Interamericana supusiera un último impulso para que el Gobierno actuara, pero esta esperanza también ha resultado ser una ilusión. Por desgracia, parece que el Gobierno de Paraguay está tan ligado a los ganaderos y terratenientes que controlan el timón del poder, que únicamente una presión pública masiva le empujará a actuar”.
Fuente y foto: Survival