27 de Marzo, 2024
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LA POBREZA EXTREMA EN LATINOAMÉRICA SE DISPARA

La pobreza extrema alcanzó su nivel más alto en 2017, con 62 millones de personas que viven en condiciones paupérrimas, lo que no observaba desde 2008.

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    Lo dio a conocer hoy la Comisión Económica Para América Latina y el Caribe (CEPAL), al entregar el Panorama Social de la región.

 

    El informe señaló que la pobreza -medida por ingresos- se mantuvo estable y que la desigualdad se ha reducido apreciablemente desde 2000. Así en 2017, el número de personas viviendo en la pobreza llegó a 184 millones (30,2% de la población), de los cuales 62 millones viven en situación de extrema pobreza (10,2% de la población, el porcentaje más alto desde 2008).
 
    Según las proyecciones de la Comisión, en 2018 la pobreza bajaría a 29,6% de la población, lo que equivale a 182 millones de personas (dos millones menos que en 2017), mientras que la tasa de pobreza extrema se mantendría en 10,2%, es decir, 63 millones de personas (un millón más que en 2017).
 
 
    Según los datos de la CEPAL, entre 2002 y 2014 la pobreza y la pobreza extrema se redujeron considerablemente en la región: La tasa de pobreza bajó del 44,5% al 27,8%, y la pobreza extrema se redujo del 11,2% al 7,8%, con un ritmo de caída más acelerado en la primera mitad del período. No obstante, en 2015 y 2016 se registraron incrementos sucesivos en las tasas de pobreza y pobreza extrema, sobre todo en el segundo indicador. Para la secretaria ejecutiva de la CEPAL, la mexicana Alicia Bárcena, "aún cuando la región logró importantes avances entre la década pasada y mediados de la presente, desde 2015 se han registrado retrocesos, particularmente en materia de pobreza extrema".
 
    El documento recuerda que "la erradicación de la pobreza y la pobreza extrema, así como la reducción de la desigualdad en todas sus dimensiones, continúan siendo desafíos centrales para los países de América latina".
 
 
    Por eso, el aumento de la extrema pobreza "es preocupante y enciende señales de alerta", en especial en un contexto macroeconómico incierto, débil y aumento del desempleo.
 
    El Panorama Social destaca los avances en términos de inclusión social y laboral obtenidos entre 2002 y 2016, pero, acotó, "persisten brechas estructurales que afectan en forma acentuada a las mujeres y los jóvenes, así como a indígenas, afrodescendientes y con discapacidad".
 
    Al analizar los países con mayores reducciones de la pobreza en el período 2012-2017, se observa que en Chile, El Salvador y República Dominicana el aumento de los ingresos laborales en los hogares de menores recursos fue la fuente que más contribuyó a esa disminución, mientras que en Costa Rica, Panamá y Uruguay el principal factor fueron las pensiones y transferencias recibidas por los hogares de menores recursos. "Esto corrobora la importancia de dotar de más recursos a la población en situación de pobreza, combinando el fortalecimiento de los ingresos laborales con la provisión de transferencias públicas y el fortalecimiento de los sistemas de protección social", remarcó hoy Bárcena.
 
Fuente: Ansa