01 de Abril, 2024
Radio Mercosur
Economía

Alegría muy corta en los venezolanos con autos y motos

Después de dos semanas llegó gasolina a San Diego, entre dudas,denuncias y mal humor de los venezolanos motorizados

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Los usuarios denunciaron que los funcionarios de seguridad del municipio los mantienen alejados de las bombas para privilegiar el suministro de vehículos que no se encontraban en las filas así como la vieron llegar, la vieron irse. La gandola de gasolina abasteció las estaciones de San Diego después de dos semanas sin el suministro, pero el combustible sólo alcanzó para unos pocos.
 
Juan Quintero pensó que hoy por fin podría regresar a casa. Hace 15 días llegó a Valencia para asistir al velorio de su padre, pero lo poco que tenía en el tanque no fue suficiente para retornar a Puerto Cabello. Desde entonces, ha permanecido en la cola de la E/S El Valle a la buena de Dios, durmiendo en su vehículo y comiendo gracias a la generosidad de sus compañeros de fila.
 
Esta mañana, cuando vio aparecer la gandola, Quintero daba por seguro que en la tarde estaría abrazando a su esposa y a su hijo autista, pero estando a ocho carros de la punta la policía municipal le informó que se había acabado la gasolina. No encontró fuerzas para seguir lidiando con malas noticias. Su única opción: continuar a la espera.
 
 El vehículo de Márquez se quedó sin gasolina y es remolcado con ayuda de su compañero de cola. Foto: Francis Tineo
 
 
Colas paralelas
 
La molestia e indignación pesaban en el aire. Los usuarios denunciaron que tan sólo 60 personas consiguieron abastecer sus carros, mientras que los conductores de una fila paralela se fueron con los tanques llenos en menos de tres horas. “Estábamos emocionados, pero lamentablemente fue una alegría muy corta. Aquí la mafia controla todo”, expresó José Márquez.
 
En E/S de modalidad subsidiada Montemayor (La Porcheta), también se formó una cola paralela en cuanto llegó la gandola. La bomba estaba tomada por distintos cuerpos de seguridad, quienes aseguraron que sólo 100 carros y 40 motos lograrían surtir. La fila superaba los 200 automóviles.
 
 Motorizados aguardan cerca a la estación de servicio Montemayor (La Porcheta). Foto: Francis Tineo
 
Jesús González tenía dos semanas movilizando su vehículo únicamente hasta la estación de servicio. Esta mañana sintió impotencia por no estar entre las primeras motocicletas. “Después de las 40 no meten a más nadie y si te quedas esperando dicen que te van a llevar preso, que te quitarán la moto”.
 
Frente a la estación, al otro lado de la avenida, aparcaba una hilera de carros que se instaló en la mañana reciente.
 
Quienes tenían más de dos semanas sin surtir y quedaron fuera del lote de los cien, dejaron sus carros estacionados 150 metros atrás y se aglomeraron en la isla de la Don Julio Centeno frente a la bomba, para velar que nadie se coleara. La fila no avanzaba y los funcionarios de seguridad no les permitían acercarse demasiado.
 
Colas paralelas en vías de servicio de Hiperlider, frente a E/S Montemayor. Foto: Francis Tineo.
 
 
Distanciados
 
Cuando los oficiales de la Policía Municipal de San Diego informaron a los ciudadanos que la gasolina se había agotado en la E/S El Valle, un grupo de conductores decidió caminar los 300 metros que separaba a la cola de la estación, pero los oficiales le impidieron el paso, advirtiéndole a los usuarios que se quedaran en la fila. “Hay alborotadores que quieren instigar al odio y eso es penado, así que colaboren”, instó un funcionario motorizado.
 
Un hombre alcanzó a cuestionar por qué los mantenían tan alejados de la bomba de servicio, pero el policía ignoró la pregunta.
 
En silencio y desalentadas, las personas volvieron a sus vehículos sin comprender cómo sólo 60 tanques consiguieron surtir combustible, si la gandola había descargado 10 mil litros de gasolina.
 
Los sandieganos exhortaron al alcalde de la ciudad, León Jurado, y al director de la policía municipal, Eleazar Villasmil, a que establezcan el orden en las estaciones de servicio. Presienten que la vigilia se extiende y no saben si podrán seguir aguantando tanta incertidumbre.
 
Por Francis Tineo