05 de Abril, 2024
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Bancón nuevo sistema financiero del Banco de Córdoba

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Bolivia no está lejos de consumir harina genéticamente modificada porque el 70% de su demanda interna proviene de Argentina, país que aprobó en los últimos días la producción y comercialización de trigo transgénico, advirtió el representante de la Cámara Agropecuaria del Oriente (CAO), Edilberto Osinaga.
 
“Es un tema del que hace varios años venimos alertando, cualquier rato íbamos a terminar consumiendo productos transgénicos con el resultado negativo de que eso compita con la producción nacional de forma desigual”, explicó en la red Unitel.
 
 
De acuerdo al Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE), Bolivia importa cerca de 370.000 toneladas anuales de trigo argentino a un costo superior a los $us 100 millones. La demanda interna es de un total de 600.000 toneladas.
 
“La paradoja en Bolivia es que haya gente que todavía se siga oponiendo a la agrobiotecnología. La consecuencia es que en muy poco tiempo podríamos estar importando trigo o harina de trigo transgénico desde Argentina, lo cual significaría una discriminación a nuestros productores”, advirtió Gary Rodríguez, del IBCE.
 
En mayo, la administración de la presidenta Jeanine Áñez autorizó la aplicación de procedimientos abreviados para la evaluación de productos transgénicos destinados al consumo y exportación de maíz, caña de azúcar, algodón, trigo y soya.
 
 
“Más bien que hay las normas que están más cerca de permitir la aprobación de variedades transgénicas, y nuestros productores puedan competir, caso contrario esto nos llevará a la pérdida de empleos y oportunidades para nuestra gente”, advirtió Osinaga.
 
La dependencia de Argentina es alta. De hecho en 2019, se llegó a importar el 98% de los requerimientos en el mercado nacional.
 
 
 
Fuente: El Deber – La Paz Bolivia