Un avión de AerolÃneas Argentinas perdió una rueda
El hecho se produjo aterrizando en Buenos Aires
Una vez más ha vuelto al tapete la posible privatización de la empresa Aerolíneas Argentinas, luego del paro de 24 horas de pilotos y tripulantes que desató un verdadero caos, con más de 37.000 pasajeros afectados.
Fue el paro más extenso que los gremios aeronáuticos le hicieron a la administración de Javier Milei, reclamando un incremento salarial de entre el 25% y el 70%.
Más allá de que fue esa medida de fuerza la que aceleró la decisión del gobierno de avanzar con la privatización de la empresa, esa idea ya fue planteada por el presidente Milei en su campaña electoral.
Si el gobierno no logró avanzar en ese objetivo es porque debe conseguir primero una sanción favorable en el Congreso.
“La medida tiene como objetivo que Aerolíneas opere bajo criterios de eficiencia y con una competencia en igualdad de condiciones, profundizando la libertad de los mercados, sin que esto implique la pérdida de soberanía nacional”, afirman en el Poder Ejecutivo.
Lo cierto es que a 16 años de haber sido estatizada y luego de 19 años de haber estado en manos privadas (1989-2008), una vez más se establece una discusión que pareciera empezar de cero cuando las experiencias debieran servir como referencia de los pros y contras de cada esquema.
Como ha sucedido históricamente, las empresas en manos del Estado son deficitarias, caen en repetidos manejos políticos, aumentan su planta de trabajadores, se suman los cargos jerárquicos con funcionarios de turno y el Estado debe realizar aportes para cubrir esa pérdida.
Desde 2008 a 2023, se entregaron 7.500 millones de dólares a la empresa para equilibrar sus números, mientras que la planta de trabajadores se incrementó un 46%.
Por otra parte, que Aerolíneas esté en manos del estado tampoco garantiza una política de generar rutas que favorezcan al sistema de cabotaje y que un privado no atendería.
Bahía Blanca es un claro ejemplo de esa situación, con un solo servicio entre la ciudad y Aeroparque y desconectada de todas las provincias del país.
Es de esperar que la situación se resuelva pronto, que la decisión responda realmente al bien común y que no siga pagando la gente este tipo de discusiones.
Redacción