Tensión en la licitación de la Hidrovía Paraná-Paraguay: Acusaciones y descontento

A medida que se acerca la fecha de la licitación para la gestión de la Hidrovía Paraná-Paraguay, las disputas entre el sector privado y el Gobierno se intensifican. Las empresas Dredging International (Deme) de Bélgica y Rohde Nielsen de Dinamarca han decidido llevar el caso nuevamente a la Justicia tras el rechazo de su solicitud de suspensión, que fue desestimada por el juez Enrique Lavié Pico el pasado 15 de enero. Esta vía es crucial para la exportación de granos desde Argentina, representando más del 80% de la producción exportable del sector.

 

Las autoridades del Gobierno de Javier Milei han afirmado que la licitación seguirá adelante según lo previsto y que el 12 de febrero se anunciarán los oferentes para la concesión del dragado y mantenimiento de esta importante vía navegable.

 

Deme y Rohde Nielsen alegan que los requisitos establecidos en el pliego de licitación favorecen a Jan de Nul, la empresa belga que ha estado a cargo del servicio desde 1995 y que es la principal candidata para renovar el contrato por otros 30 años. Ambas firmas han anunciado su intención de apelar el fallo que desestimó su solicitud de suspensión.

 

Otro actor en la controversia es la compañía neerlandesa Boskalis, que ha manifestado su descontento con la duración del contrato propuesto, solicitando un periodo más corto de 10 a 15 años. Boskalis también ha denunciado que el Gobierno busca beneficiar a Jan de Nul para saldar una deuda de aproximadamente 80 millones de dólares que la extinta Administración General de Puertos (AGP) tiene con la concesionaria actual.

 

El embajador de los Países Bajos, Mauritz Verheijden, se reunió con el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, para expresar su preocupación por el presunto direccionamiento del pliego a favor de Jan de Nul, en representación de Boskalis y Van Oord.

 

La empresa china Shanghai Dredging ha sido excluida del proceso, lo que ha generado críticas por considerarse una decisión arbitraria, ya que se basa en una cláusula que impide la participación de compañías con capital estatal.

 

El Gobierno ha defendido la transparencia del proceso licitatorio y ha señalado al expresidente Mauricio Macri como responsable de intentar entorpecer la licitación en favor de Boskalis. Según fuentes oficiales, Macri tiene la intención de "embarrar la cancha" para favorecer a las empresas neerlandesas.

 

Guillermo Dietrich, exministro de Transporte, ha manifestado su desacuerdo con el proceso actual, argumentando que las críticas provienen de un deseo genuino de que "a Argentina le vaya bien".

 

Expertos del sector anticipan que al menos tres empresas podrían presentar ofertas el 12 de febrero, lo que validaría el proceso licitatorio. Si Jan de Nul continúa al mando, se encargará de la modernización y mantenimiento del sistema de señalización, así como de las tareas de dragado en la vía navegable troncal, tal como se detalla en el sitio oficial de contrataciones públicas.

 

El desenlace de esta licitación será fundamental para el futuro de la Hidrovía Paraná-Paraguay, una de las rutas comerciales más importantes del país, en un entorno marcado por tensiones entre el Gobierno, las empresas involucradas y actores diplomáticos internacionales.

 

Redacción con información de NA