Dificultades de un acuerdo entre Argentina y Estados Unidos
Aunque ambos paÃses muestran interés en un acuerdo comercial, la falta de claridad sobre sus aspiraciones y los obstáculos polÃticos plantean serias dudas sobre su viabilidad

En un entorno global marcado por la volatilidad económica y las tensiones de la guerra comercial, Argentina y Estados Unidos han comenzado a insinuar un posible acercamiento comercial. Sin embargo, el nivel de compromiso entre ambas naciones sigue siendo incierto. Buenos Aires ha propuesto la creación de un tratado de libre comercio (TLC) o un “acuerdo de aranceles recíprocos”, mientras que el expresidente estadounidense Donald Trump ha manifestado su disposición a explorar “cualquier posibilidad” con el presidente argentino Javier Milei, a quien ha elogiado como un “gran líder”.
Estados Unidos es un actor fundamental en el comercio y la inversión de Argentina, siendo el mayor inversor extranjero en el país y el segundo destino más importante para sus exportaciones, después de Brasil. En 2024, las exportaciones argentinas a EE. UU. alcanzaron los 6.395 millones de dólares, lo que representa el 8% del total exportado por Argentina. Sin embargo, el panorama se complica, ya que Argentina solo representa el 0,30% del comercio estadounidense, absorbiendo exportaciones de EE. UU. por un valor de 6.163 millones de dólares.
A pesar de la necesidad de Argentina de fortalecer sus lazos comerciales con EE. UU., las dinámicas competitivas entre ambos países limitan las posibilidades de reducir aranceles, especialmente en el sensible sector agrícola.
Intereses Divergentes y Desafíos Estructurales
La posibilidad de reducir aranceles parece remota debido a los objetivos económicos divergentes. Mientras EE. UU. podría buscar acuerdos en sectores como el petróleo y la minería, su interés general en nuevos tratados comerciales es limitado. Para Argentina, un posible acuerdo parece estar más alineado con la estrategia política de Milei que con un enfoque comercial pragmático. Aunque algunas industrias argentinas, como la miel, la carne y el vino, podrían beneficiarse de un TLC, las ganancias económicas generales permanecen en la nebulosa.
Además, la falta de nuevos tratados de libre comercio por parte de EE. UU. desde 2012 sugiere que Washington no prioriza estos acuerdos, complicando aún más la situación para Milei. Las restricciones comerciales impuestas durante el mandato de Trump, como los límites a las importaciones de biodiésel, también dificultan las negociaciones.
Mercosur: Un Obstáculo para el Acuerdo
Más allá de los desafíos económicos y políticos, la membresía de Argentina en el Mercosur representa una barrera estructural. Este bloque comercial sudamericano, que incluye a Brasil, Paraguay y Uruguay, impide que sus miembros negocien acuerdos comerciales individuales sin el consenso de los demás. Milei ha sugerido que Argentina podría necesitar flexibilizar sus reglas o incluso abandonar el Mercosur para avanzar en un acuerdo con EE. UU., pero esta opción probablemente enfrentará resistencia tanto política como empresarial.
La situación actual del comercio argentino, combinada con las políticas estadounidenses, no favorece la firma de un TLC en el corto plazo. A pesar de los intentos de Milei por resaltar los beneficios de un acercamiento, los obstáculos reales persisten. Para que se produzcan avances significativos, sería necesario un cambio en la política comercial de EE. UU. y una redefinición del papel de Argentina en el Mercosur, ambos escenarios poco probables en este momento.
Por ahora, el potencial acuerdo comercial entre Argentina y EE. UU. sigue siendo más un tema de debate político que un objetivo de política comercial viable.
Redacción con información de LATINAMERICAN POST