07 de Diciembre, 2025
Radio Mercosur
Brasil

Jair Bolsonaro hospitalizado de urgentia

El ex presidente brasileño experimentó una grave crisis de salud. Su familia reportó síntomas preocupantes, justo tras su condena a casi tres décadas de prisión por intentar desestabilizar el orden democrático

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Bolsonaro fue trasladado este martes a un hospital privado en Brasilia después de sufrir una crisis de salud que incluyó hipo, vómitos y una notable caída de la presión arterial. Esta situación ocurre una semana después de que Bolsonaro fuera condenado a 27 años de prisión por intento de golpe de Estado, lo que ha generado un intenso debate sobre su estado físico y mental durante su arresto domiciliario.

 
La noticia fue confirmada por su hijo, Flávio Bolsonaro, quien informó a través de X (anteriormente Twitter) que su padre había experimentado una crisis de salud que requería atención médica inmediata. “Se sintió mal hace poco, con fuerte crisis de hipo, vómito y presión baja. Fue al hospital por tratarse de una emergencia”, escribió el senador, subrayando la urgencia de la situación.
 
El diario Folha de S. Paulo también reportó que Bolsonaro pasaría la noche en el hospital bajo observación médica, mientras se somete a una serie de estudios clínicos y terapéuticos. La noticia ha suscitado preocupación tanto entre sus seguidores como entre sus detractores, quienes observan de cerca el desarrollo de su estado de salud.
 
El jefe del equipo médico personal de Bolsonaro, Claudio Birolini, emitió un comunicado en el que detalló los motivos de la internación. “El expresidente Jair Bolsonaro presentó en la tarde de hoy un cuadro de malestar, caída de presión arterial y vómitos. Solicité que sea llevado al Hospital DF Star para evaluación clínica, medidas terapéuticas y exámenes complementarios”, afirmó Birolini, aclarando la gravedad de la situación.
 
Fuentes del hospital confirmaron que Bolsonaro llegó al centro médico acompañado por agentes de seguridad que lo custodian y por su esposa, Michelle Bolsonaro. Una vez ingresado, se le administró suero para tratar un cuadro de deshidratación, lo que evidenció que su estado de salud era más delicado de lo que se había inicialmente reportado.
 
La internación de Bolsonaro no solo plantea interrogantes sobre su salud, sino que también resalta las tensiones políticas que han marcado su mandato y su posterior arresto. Su condena por golpismo ha generado una división significativa en la sociedad brasileña, donde sus seguidores continúan defendiendo su legado, mientras que otros celebran la justicia. La evolución de su estado médico podría influir en el clima político del país en los próximos días.
 
Redacción con informacion de A24