Indignación en la polÃtica francesa por postura de Macron sobre Mercosur
LÃderes de diferentes partidos expresan su desacuerdo con el acuerdo comercial y cuestionan el enfoque del presidente en la cumbre de Brasil
La reciente declaración del presidente Emmanuel Macron sobre el acuerdo UE-Mercosur ha desatado una ola de indignación en Francia. Durante una cumbre en Belém, Brasil, Macron expresó su optimismo respecto a la posibilidad de aceptar el acuerdo comercial, lo que generó un fuerte rechazo entre representantes de varios sectores políticos del país.
Los agricultores y ganaderos franceses temen que el acuerdo resulte en un incremento de importaciones de productos como carne, azúcar y arroz provenientes de Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay. Este temor se traduce en una creciente preocupación por la saturación del mercado local y las consecuencias que podría tener para la agricultura nacional.
Marine Le Pen, líder del partido Reagrupamiento Nacional, fue una de las voces más críticas. En sus declaraciones, enfatizó que el acuerdo, negociado en condiciones opacas, amenaza directamente los intereses de la agricultura francesa y debe ser rechazado sin excusas. Le Pen subrayó la necesidad de proteger a los productores locales ante la posibilidad de desleal competencia.
Bruno Retailleau, presidente del partido Los Republicanos, también se unió al coro de críticas, señalando que Macron está "malvendiendo" la agricultura del país. Esta afirmación refleja el descontento generalizado entre los sectores agrícolas que sienten que sus preocupaciones no están siendo escuchadas.
El secretario nacional del Partido Comunista Francés, Fabien Roussel, ironizó sobre la situación, sugiriendo que un "presidente desacreditado debería callarse y dejar que el Parlamento decida". Esta declaración resalta la tensión creciente entre el ejecutivo y los partidos de oposición, que ven en el acuerdo una amenaza inminente.
Manon Aubry, eurodiputada de La Francia Insumisa, lamentó lo que demostró un "giro inaudito y escandaloso" en la política de Macron. Anteriormente, el presidente había manifestado que el acuerdo no era "aceptable en su estado actual", por lo que su reciente optimismo ha sorprendido a muchos, generando un clima de incertidumbre y desconfianza en torno a las decisiones futuras del gobierno.
A medida que se acerca la fecha límite para la aprobación del acuerdo en Bruselas, la presión sobre Macron y su administración se intensifica. La situación pone de manifiesto las divisiones internas en Francia sobre cómo abordar las relaciones comerciales internacionales y la protección de los intereses agrícolas locales.
Redacción con información de LN