Acuerdo Mercosur-Unión Europea
El pacto incluye plazos que van desde la implementación inmediata hasta un periodo de diez años, abriendo nuevas oportunidades para el sector agro en ambos bloques
El acuerdo entre el Mercosur y la Unión Europea, anunciado hoy en Uruguay, representa un avance significativo en las relaciones comerciales entre ambas regiones. Este pacto, que responde a más de dos décadas de negociaciones, establece plazos de implementación que varían desde la eliminación inmediata de aranceles hasta un periodo de diez años para ciertos productos agropecuarios, lo que promete transformar el panorama comercial del sector.
Detalles del Acuerdo
En el primer año de vigencia del acuerdo, se eliminarán los derechos de importación para varios productos clave, incluidos:
Harina de soja y poroto de soja: Estos productos son esenciales para la alimentación animal y la industria de biocombustibles.
Aceites para uso industrial: Se incluyen aceites de soja, girasol y maíz, que son fundamentales en diversas industrias.
Despojos comestibles: Incluyen productos de especies bovinas, porcinas y ovinas, así como menudencias y grasas.
Semen bovino: Este producto es vital para mejorar la genética del ganado.
Además, frutas como manzanas, peras, duraznos, cerezas y ciruelas quedarán exentas de aranceles en el plazo de un año.
Los productos como legumbres, frutos secos, pasas de uvas, maní, infusiones (café, mate y té), especias, y bebidas (agua mineral, cervezas y espirituosas) también se beneficiarán de la eliminación de aranceles en diferentes plazos. En particular, la pesca incluirá productos como la merluza, vieiras y calamares, que verán reducciones arancelarias en un periodo de cuatro a diez años.
Desgravación Progresiva
La desgravación de ciertos productos se extenderá entre cuatro y diez años. Algunos ejemplos incluyen:
Langostinos y conservas de pescado: Estas categorías de productos recibirán una desgravación que puede variar dependiendo del tiempo.
Hortalizas, plantas y tubérculos alimenticios: Las frutas cítricas, como limones, naranjas y mandarinas, también se beneficiarán en este marco.
Harina de maíz, almidón y arroz partido: Estos productos estarán sujetos a un proceso de reducción de aranceles en un plazo de hasta diez años.
Preparaciones alimenticias y pastas: Se incluirán golosinas, mermeladas y otras preparaciones a base de frutas.
Por último, los aceites vegetales envasados, como los de soja, girasol y maíz, tendrán un plazo de siete años para la eliminación de aranceles, mientras que el biodiésel tendrá un plazo de diez años.
Cuotas y Aranceles
El acuerdo también establece cuotas específicas para ciertos productos, lo cual es crucial para regular el comercio:
Arroz: Tendrá una cuota de 60,000 toneladas con un arancel del 0%, con implementación en seis años.
Cuota Hilton: Permitirá 28,346 toneladas con arancel del 0% a la entrada en vigor del acuerdo.
Carne aviar: Se establecerá una cuota de 180,000 toneladas con arancel del 0%, segmentándose en “50% deshuesada” y “50% otros”.
Miel: La cuota será de 45,000 toneladas con arancel del 0%, implementándose en un periodo de cinco años.
Azúcar: Se establecerá una cuota de 180,000 toneladas con arancel intra-cuota del 0%.
Bioetanol: Se permitirá una cuota de 450,000 toneladas, con un incremento adicional de 200,000 en cinco años.
Gustavo Idígoras, presidente de la Cámara de la Industria Aceitera de la República Argentina (Ciara) y del Centro de Exportadores de Cereales (CEC), comentó que aunque la eliminación de aranceles para muchos productos se extenderá entre siete y diez años, el acuerdo representa una oportunidad para fomentar inversiones en el Mercosur.
Perspectivas Futuras
Idígoras destacó que, aunque el acuerdo no genere beneficios inmediatos significativos para la agroindustria argentina, puede crear condiciones favorables para atraer inversiones europeas en áreas como biocombustibles y la transformación de productos agropecuarios. Señaló que la adopción de reglas establecidas en el acuerdo podría promover inversiones en biocombustibles de segunda generación y en la transformación de maíz y trigo en productos procesados.
El presidente de Ciara-CEC también resaltó la importancia de este acuerdo en un contexto donde el Mercosur había estado rezagado en comparación con otros bloques comerciales. “Mientras el Mercosur no hacía ningún acuerdo, a nivel mundial se realizaron más de 260 acuerdos de libre comercio, liderados por Europa y países como Chile en América Latina”, concluyó Idígoras, enfatizando que este acuerdo brinda al Mercosur la oportunidad de redimirse y posicionarse en el comercio global.
Con este acuerdo, el Mercosur busca no solo abrir nuevas puertas para sus productos en Europa, sino también sentar las bases para un futuro más competitivo y colaborativo en el ámbito internacional. La implementación efectiva de este acuerdo será crucial para el desarrollo económico de la región y para el fortalecimiento de las relaciones comerciales entre el Mercosur y la Unión Europea.