El presidente de Brasil realizó este jueves su primera declaración pública sobre las acusaciones que pesan sobre el expresidente Jair Bolsonaro. Lula aseguró que, si se comprueba que Bolsonaro estuvo al frente de una trama golpista para evitar su investidura tras las elecciones de 2022, "sólo tiene una salida, la cárcel". Esta afirmación se produce en medio de un clima político tenso, donde la Fiscalía ha presentado una denuncia que incluye un plan adicional para atentar contra la vida de Lula y otros altos funcionarios, como el vicepresidente Geraldo Alckmin y el juez del Supremo Alexandre de Moraes.
Lula calificó de "muy grave" el contenido de la denuncia presentada por la Fiscalía, enfatizando la seriedad de las acusaciones. En una entrevista con Super Rádio Tupi, el presidente comparó la situación actual con la persecución que sufrió el Partido Comunista Brasileño, que fue hostigado durante casi 50 años sin haber cometido delitos tan graves como los que se le atribuyen al equipo de Bolsonaro. Esta comparación resalta la magnitud de lo que Lula considera un ataque a la democracia brasileña.
El mandatario brasileño también se mostró firme al afirmar que, si las acusaciones de la Fiscalía resultan ser ciertas, Bolsonaro no podrá evadir las consecuencias legales. Lula sugirió que el expresidente ya se estaría inculpando al hacer llamados a la amnistía. "No puede ponerse a pedir perdón antes de ser juzgado. Primero tiene que probar que es inocente", declaró, argumentando que la búsqueda de amnistía implica un reconocimiento de culpabilidad.
En un tono irónico, Lula mencionó el problema estomacal que supuestamente sufrió Bolsonaro en los días previos a su toma de posesión, así como su viaje a Estados Unidos, que, según el presidente, fue una forma de evitar la "vergüenza" de entregarle el testigo. Estas afirmaciones evidencian el tono combativo que caracteriza la relación entre ambos líderes.
Por su parte, Bolsonaro ha defendido su inocencia y ha denunciado lo que considera una persecución política en su contra. En sus intervenciones, el expresidente se ha presentado como un líder de la "oposición democrática", argumentando que Lula lo señala cada vez que se encuentra en una posición difícil. En un reciente acto del Partido Liberal (PL) en Brasilia, Bolsonaro afirmó tener la conciencia tranquila y negó estar obsesionado con el poder, defendiendo su pasión por Brasil frente a las acusaciones.
A pesar de estar inhabilitado hasta 2030 por otra causa judicial, Bolsonaro ha manifestado su intención de presentarse como precandidato para las elecciones presidenciales de 2026. Reconoció que puede haber otros aspirantes "más preparados", pero afirmó tener "la piel más gruesa" para enfrentar los retos políticos que se avecinan. En este contexto, las tensiones entre ambos líderes continúan intensificándose, mientras Brasil se enfrenta a un periodo de incertidumbre política.
Redacción con información de Europa Press
