Brasil alza la voz: Denuncia de masacre en Gaza
En una declaración contundente, el gobierno de Lula da Silva ha roto relaciones diplomáticas con Israel, acusándolo de llevar a cabo una "carnicerÃa" contra el pueblo palestino
El Gobierno de Brasil emitió un fuerte llamado a la comunidad internacional para que no permanezca "de brazos cruzados" ante lo que calificó de "carnicería" en la Franja de Gaza, donde los ataques israelíes han causado un alarmante número de muertes de civiles, incluidos numerosos niños. En una sesión ante la Comisión de Relaciones Exteriores del Senado, el canciller Mauro Vieira subrayó la urgencia de una respuesta global ante esta crisis humanitaria.
"Hay un número muy elevado de muertes de niños y la comunidad internacional no puede quedarse de brazos cruzados", afirmó Vieira, enfatizando la necesidad de acción inmediata. Este pronunciamiento se produce en un contexto de creciente tensión en la región, donde los enfrentamientos han dejado a millas de personas afectadas.
La postura del Gobierno brasileño se ha endurecido en los últimos meses, especialmente tras la decisión de retirar a su embajador en Tel Aviv en 2024. Esta medida fue tomada después de que el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, calificara al embajador brasileño como "persona non grata". La controversia surgió tras los comentarios realizados por Luiz Inácio Lula da Silva, presidente de Brasil, quien comparó los ataques contra civiles palestinos con el accionar de los nazis en la Segunda Guerra Mundial.
Durante su intervención, Vieira criticó la inacción del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, señalando que "lamentablemente, está paralizado" en la gestión de esta crisis. El canciller también recordó la postura histórica de Brasil, que aboga por una "solución de dos Estados", donde Israel y Palestina puedan coexistir pacíficamente.
Además, Vieira condenó el bloqueo de ayuda humanitaria a Gaza, calificándolo como una "falta de respeto al derecho internacional y al derecho internacional humanitario". Su declaración se suma a un creciente clamor global por una intervención efectiva que garantice la protección de los derechos humanos en la región.
Con este llamado, Brasil se posiciona como un defensor de la paz y la justicia en un conflicto que ha dejado profundas heridas en ambas naciones, instalando a la comunidad internacional a actuar con urgencia y responsabilidad.
Redacción con información de NA
