Rechazo argentino al proyecto petrolero en Malvinas
Las empresas involucradas buscan iniciar la explotación de un yacimiento, desatando reclamos de parte de la CancillerÃa por violación a la soberanÃa nacional
El Gobierno argentino ha reiterado su rechazo a la explotación de un yacimiento petrolero offshore al norte de las Islas Malvinas, luego de que dos compañías, Navitas Petroleum y Rockhopper Exploration Plc, firmaran su decisión final de inversión en el proyecto conocido como Sea Lion. Este anuncio ha suscitado un fuerte rechazo por parte de la Cancillería, que considera que estas acciones violan la soberanía argentina sobre su plataforma continental.
Ubicado a 220 kilómetros del archipiélago, el yacimiento, descubierto en 2010, tiene el potencial de extraer alrededor de 819 millones de barriles de petróleo. Las expectativas son altas, dado que el desarrollo inicial requiere una inversión de U$S 1.170 millones, según lo reportado por la firma israelí.
Desde la Cancillería, se emitió un comunicado que enfatiza el repudio a cualquier actividad que se realice sin las debidas autorizaciones argentinas. El texto sostiene que la iniciativa de explotación constituye una violación a la Resolución 2065 (XX) de la ONU, que establece una disputa de soberanía entre Argentina y el Reino Unido.
Mapa del área de producción
Argentina ha denunciado que las empresas involucradas ya habían sido sancionadas en el pasado por realizar operaciones sin la debida autorización. Rockhopper Exploration, declarada clandestina, fue inhabilitada por 20 años, mientras que Navitas Petroleum enfrentó sanciones similares. Ambas compañías están ahora bajo la lupa del Gobierno argentino, que no reconoce ninguna autoridad extranjera que pueda permitir estas actividades.
Además, el Gobierno reitera que quienes intervengan en el proyecto enfrentarán una serie de posibles sanciones administrativas y judiciales. Este rechazo se extiende a todas las acciones vinculadas al avance del proyecto, incluyendo los estatutos isleños y concesiones de explotación que se planifiquen.
Por su parte, el Secretario de Malvinas, Antártida, Islas del Atlántico Sur y Asuntos Internacionales ha instado a convocar al Consejo Nacional de las islas para abordar la situación de inmediato. Con un llamado a tomar acciones concretas y no solo declaraciones diplomáticas, se busca proteger los intereses soberanos argentinos.
La historia de Sea Lion, que apunta a transformar la economía de las Islas Malvinas, ha sido complicada desde su descubrimiento. Con estimaciones que afirman que el yacimiento podría generar U$S 10.000 millones en el PIB y alrededor de U$S 3.750 millones en ingresos fiscales, el contexto social y económico de un territorio habitado por apenas 3.500 personas en su mayoría dedicadas a la agricultura y el turismo, presenta grandes desafíos. Sin embargo, el Gobierno argentino permanece firme en su postura de defensa de la soberanía sobre estos recursos naturales.
Redacción con información de Infobae
