26 de Abril, 2024
Radio Mercosur
Mercosur

A URUGUAY LE SOBRA LA ENERGÍA

Uruguay tiene cada vez más energía disponible y casi 60% proviene de fuentes renovables, mientras el consumo alcanza niveles históricos.

Responsive image
La cantidad de energía disponible en el país creció de forma sostenida en los últimos años, y alcanzó en 2015 el nivel más alto. Además, la diversificación de la matriz energética siguió profundizándose, y en la actualidad casi el 60% de la producción proviene de fuentes renovables. Al mismo tiempo, creció el consumo energético de los uruguayos, que alcanzó en 2015 un pico histórico.
 
Los términos “niveles históricos” y “récord” se repiten con bastante frecuencia en el Balance Energético Nacional (BEN) de 2015 elaborado por la Dirección Nacional de Energía (DNE) del Ministerio de Industria y Energía.
 
Publicado hace unas semanas, el balance de 2015 es el documento más reciente de una lista interrumpida de informes anuales que datan desde 1965 y que hacen de Uruguay el único país de Latinoamérica que cuenta con una serie tan extensa de datos oficiales sobre el consumo energético, un elemento fuertemente vinculado al desarrollo económico de los países.
 
Los avances de esa política en los últimos dos años permitieron al gobierno superar la meta fijada para 2015 de que al menos, 50% del abastecimiento de energía del país provenga de fuentes renovables. Ese año las renovables representaron el 57% de la matriz, una cifra inédita para el país y una referencia a nivel mundial. Países como Alemania (un pionero del sector renovable) lleva invertidos cientos de millones de euros para lograr que un 30% de su matriz energética provenga de fuentes renovables.
 
Además, 2015 fue el tercer año consecutivo en el que no hubo importación comercial de electricidad. “Esto es consecuencia de los lineamientos instrumentados desde 2005 con el objetivo principal de independencia energética con diversificación de la matriz con fuentes renovables y autóctonas”, explicó en el informe la titular de la DNE, Olga Otegui.
 
 
Potencia y oferta.
 
A fines de 2015, Uruguay tenía una potencia total instalada de 3.989 Megavatios (MW), correspondientes a todos los elementos que generan energía contabilizados en la red.
 
Un 38% de la energía provino de origen hidráulico, 39% de origen térmico (combustibles fósiles y biomasa), 21% de origen eólico y 2% de generadores solares fotovoltaicos.
 
El balance hace un relevamiento histórico de la potencia instalada. En los primeros años de la década del 90, la potencia total creció un 33%, pasando de 1.571 MW (1990) a 2.085 MW (1995), debido principalmente a la incorporación de potencia de origen fósil e hidráulica.
 
“Luego continuó un período donde prácticamente no se incorporaron nuevos generadores hasta que, a partir del año 2005, la potencia instalada total experimentó un crecimiento neto de 95%, alcanzando un total de 3.989 MW hacia final de 2015”, sostiene el informe.
 
El destaque de este último período es el crecimiento exponencial de la energía eólica, que en los últimos tres años pasó de valores marginales a representar el 21% de la potencia instalada, a siete puntos porcentuales de los combustibles fósiles (28%).
 
Esa potencia instalada se traduce en la oferta energética que puede dar el país, cuya unidad de medida es el ktep, correspondiente a miles de toneladas equivalentes de petróleo. Así, la oferta de energía disponible en 2015 alcanzó un nuevo récord, situándose en 5.470 ktep, lo que representa 6% más respecto al año anterior, mientras que la energía utilizada también alcanzó un valor récord en 2015, con 5.230 ktep.
 
El informe vuelve a destacar el desempeño de la energía eólica en el abastecimiento energético: “En 2008, primer año de incorporación de energía eólica de gran porte en el país, la producción de electricidad de origen eólico fue de 0,63 ktep y aumentó a 178 ktep en el año 2015 (...) esta fuente triplicó la energía abastecida en el último año y presentó una participación destacable en la matriz de generación de energía eléctrica”.
 
El aumento de la potencia instalada y de la oferta también modificó la forma que tenía Uruguay de abastecerse de energía. En 2015 el abastecimiento fue 57% de origen local y 43% importado, por lo que fue el año con mayor abastecimiento autóctono.
 
“Teniendo en cuenta toda la serie, los 5 años con mayor participación de energía local en el abastecimiento fueron en orden de importancia: 2015 (57%), 2014 (55%), 2002 (52%), 2010 (50%) y 2013 (49%)”, dice el documento.
 
Ese período también fue el de mayor participación de las energías renovables (biomasa y electricidad de origen hidráulico, eólico y solar fotovoltaica) en la matriz de abastecimiento, ya que todo lo autóctono se generó mediante ese tipo de energías.
 
“La evolución de la matriz de generación de electricidad por fuente también refleja las características antes mencionadas de variabilidad, complementariedad y diversificación de fuentes. Hasta la década de los 80, la generación de energía eléctrica provino principalmente de combustibles fósiles, mientras que a partir del año 1979, la hidroelectricidad registró participaciones altas en el mix de generación”, dice el balance.
 
A eso se suma que en los últimos años ingresaron con fuerza las nuevas fuentes renovables, a tal punto que en 2015 la generación de electricidad a partir de energía eólica (15%) fue el doble que la producción de energía eléctrica de origen fósil (7%).
 
Así, en 2015 el 93% de la electricidad generada en Uruguay se hizo a partir de energías renovables, un valor que también es referencia a nivel mundial. Para lograrlo no solo hubo un aumento de la eólica con la instalación de 19 parques entre 2014 y 2015, sino también un período de buenas lluvias que permitió el uso de las represas y el aumento de un 30% del uso de biomasa como energético debido en su mayor parte a que la industria de la celulosa en Uruguay comenzó a operar con capacidad plena en 2015.
 
Demanda de energía.
 
Junto con la oferta y la potencia, también creció ampliamente el consumo energético del país. Según el registro histórico, pasó de 1.715 ktep en 1965 a 2.677 ktep en 1999. Con la crisis el consumo disminuyó para repuntar otra vez a partir de 2004.
 
Desde ese año el consumo energético no paró de crecer, y alcanzó año tras año nuevos picos, para llegar a los 4.479 ktep en 2015. El crecimiento fue a una tasa de 6% anual, superando la tendencia histórica de crecimiento. Además, en los años 2008 y 2015 se registraron aumentos en el consumo final total de 16% y 13% respectivamente, “asociados principalmente al fuerte crecimiento de la industria de la celulosa”.
 
En el sector residencial, en 2015 hubo un nuevo pico de consumo anual con 796 ktep. Entre los usuarios, el comportamiento de consumo de energía ha variado con los años: en las décadas del 60 y 70 “el mayor consumo correspondió a leña, seguido por queroseno y en menor medida por electricidad y GLP (principalmente supergás)”.
 
“Sin embargo — agrega el texto— los consumos de electricidad y GLP han ido ganando participación a lo largo de los años, frente a un consumo constante para la leña y decreciente de queroseno. De esta manera, a partir del año 2010 el principal energético consumido en el sector residencial pasó a ser la electricidad, seguido por la biomasa (leña y residuos de biomasa)y el GLP”.
 
Otro dato destacable del informe es el consumo energético per cápita. Como el resto de los indicadores, de 1990 a 1999 el consumo per cápita tuvo un crecimiento que se vio interrumpido por la crisis, situación que se revirtió a partir de 2004, cuando comenzó nuevamente la tendencia creciente, que se mantiene hasta hoy.
 
“Para el año 2015, el consumo final de energía per cápita fue de 1.292 tep cada mil habitantes, manteniendo su tendencia creciente de los últimos años y alcanzando su valor máximo de toda la serie”, dice el balance.
 
 
Fuente: Escribe José Peralta - Semanario BUSQUEDA - Uruguay