20 de Abril, 2024
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EL CHAVISMO SACÓ DEL AIRE A CNN POR SUPUESTA MENTIRA

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CARACAS, Venezuela.- Tres días después de que el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, amenazara a CNN en español con expulsarla del país, el canal salió este miércoles del aire.
 
Los televidentes pudieron comprobar cómo los canales que transmitían la emisora se iban a negro después de que la Comisión Nacional de Telecomunicaciones (Conatel) de Venezuela abriese un "procedimiento sancionatorio administrativo" contra la emisora estadounidense por "presuntamente" atentar "contra la paz y la estabilidad democrática" del país.
 
"Tal procedimiento obedece al contenido que viene difundiendo la citada cadena internacional de noticias de forma sistemática y reiterada en el desarrollo de su programación diaria", señala la comisión en un comunicado.
 
El domingo, el presidente Maduro amenazó a la cadena con expulsarla del país: “CNN que no se metan en los asuntos de los venezolanos. Yo quiero a CNN bien lejos de aquí. Fuera de Venezuela. Que no meta su nariz en Venezuela”, expresó.
 
 
 Elyangelica Gonzalez @ElyangelicaNews

Fuera del aire @CNNE en cableras venezolanas. Conatel inició proceso administrativo contra el canal internacional
 
La salida del aire de CNN en español se produce después de la emisión por parte de la cadena estadounidense de un reportaje que denunciaba una supuesta red de venta de pasaportes venezolanos a ciudadanos de Oriente Medio que fue duramente criticado por la canciller venezolana, Delcy Rodríguez.
 
El reportaje de la discordia
 
En una rueda de prensa ofrecida esta misma mañana, Rodríguez calificó de "absolutamente mentira" lo que mostró CNN en Español y aseguró que la fuente de la investigación de ese trabajo, el exconsejero legal de la Embajada de Venezuela en Irak entre 2013 y 2015, Misael López, es un "delincuente".
 
"La cadena de televisión CNN en Español inició una operación de guerra psicológica, una operación de propaganda de guerra contra nuestro país (...) todo lo que ustedes pretendieron vender en ese programa es absolutamente mentira", afirmó.
 
La titular de Relaciones Exteriores acusó a CNN de ser “una agencia al servicio de la industria militar, financiera y mediática de los Estados Unidos” y cuestionó sus supuestos ataques contra el vicepresidente de la República, Tareck El Aissami, quien ha sido sancionado por el Departamento del Tesoro por considerar que participa en el tráfico de drogas.
 
El vicepresidente de Venezuela, Tareck El Aissami, ha sido incluido en la lista de funcionarios de ese país que presuntamente colaboran con el narcotráfico, según fuentes oficiales estaounidenses. La inclusión en este grupo, elaborado por el Departamento del Tesoro , congela cualquier tipo de activos que el funcionario tenga en Estados Unidos.  Foto: Wikicommons | Univision
  
El vicepresidente de Venezuela, Tarek El Aisami, durante la toma de posesión del nuevo directorio de la petrolera estatal venezolana, PDVSA. 31 enero de 2017.  Foto: Marco Bello/Reuters | Univision
  
Tareck El Aissami, entonces ministro del Interior, acompaña al presidente ruso Vladimir Putin, durante la visita del mandatario a Venezuela en 2010.  Foto: Miguel Gutierrez/Getty Images | Univision
 
Tareck El Aissami, junto a Wilson Ramos, beisbolista venezolano del equipo Nacionales de Washington que fue secuestrado por criminales y recatado por las autoridades venezolanas, subordinadas a El Aissami, entonces ministro del interior y justicia, 2011.  Foto: Getty Images | Univision
  
Tareck El Aissami muestra a los medios material confiscado en un laboratorio de drogas desmantelado por las autoridades venezolanas, en agosto de 2011. El entonces ministro del interior y justicia exponía los logros de un operativo contra el narcotráfico llamado “Operación Sierra”, en la frontera con Colombia.  Foto: Leo Ramírez/Getty Images | Univision
  
Tareck El Aissami, entonces gobernador del estado Aragua, formó parte de la delegación del gobierno que participó en la mesa de diálogo con la oposición convocada por iniciativa del Vaticano en octubre pasado en Venezuela. Junto a él estuvieron el alcalde del municipio capitalino de Libertador, Jorge Rodríguez, y la canciller Delcy Rodríguez.  Foto: Federico Parra / AFP / Getty Images | Univision
  
El entonces ministro de Interior y Justicia, Tareck El Aissami (I), y el antiguo director de la Organización Nacional Antidrogas (ONA), Néstor Reverol, revisan una narco avioneta interceptada en enero de 2010 en Venezuela. Pocos meses después, ambos funcionarios fueron señalados por el capo venezolano Walid Makled de estar involucrados en sus operaciones de tráfico de cocaína.  Foto: Juan Barreto / AFP / Getty Images | Univision
  
Durante su gestión como ministro de Interior y Justicia de Hugo Chávez, en diciembre de 2009, Tarek El Aissami creó el Servicio Bolivariano de Inteligencia (Sebin) que pasó a sustituir a la policía política conocida hasta entonces como Disip.  
  
“Esta campaña reciente es muy grave. No se puede dejar pasar sin que el Estado venezolano actúe en consecuencia y nosotros hemos activado acciones para resarcir el daño que ha causado CNN a Venezuela”, advirtió Rodríguez.
 
La cadena respondió a las acusaciones con un mensaje emitido al aire por la presentadora Gabriela Frías.
 
"CNN quiere dejar claro que una cosa son las sanciones por narcotráfico de las autoridades estadounidenses y otra son las denuncias presentadas en nuestra investigación sobre irregularidades en documentos venezolanos. No hay vínculo alguno entre los dos asuntos", sostuvo la periodista.
 
Además, clarificó que el canal dedicó más de un año de investigación al reportaje y que sus periodistas revisaron miles de documentos y realizaron entrevistas en cuatro países. "Respaldamos rotundamente nuestra investigación, nuestro trabajo periodístico, incluidas las fuentes que usamos, así como la labor de los periodistas que participaron en ella", afirmó.
 
El régimen chavista aplicó una resolución similar en febrero de 2014 contra el canal colombiano NTN24, por la cobertura de las protestas que exigían la renuncia del presidente Nicolás Maduro. En aquella oportunidad, el director de Conatel, William Castillo, declaró: “Seríamos indolentes e ilegales si permitiéramos que se usara el espectro radioeléctrico de Venezuela para que un medio internacional, dirigiendo una política informativa agresiva contra nuestro país, abuse del derecho a la información”.
 
Fuente: CNN - Por: Pedro Pablo Peñaloza   
 
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AMÉRICA LATINA
EEUU impone sanciones al vicepresidente de Venezuela por supuestos lazos con el narcotráfico
 
Tareck El Aissami fue el blanco de una investigación de varios años por su posible participación en el envío de cargamentos de droga a México, cuyo destino final era EEUU. El Departamento del Tesoro también lo vincula con el cártel mexicano de Los Zetas.
  
El vicepresidente de Venezuela, Tareck El Aissami, fue incluido en una lista de funcionarios de ese país por supuestamente colaborar con el narcotráfico, según confirmó una fuente de la Casa Blanca a Univision.
 
La inclusión de El Aissami en esta lista elaborada por el Departamento del Tesoro supone que congela cualquier tipo de activos que el funcionario tenga en Estados Unidos. Además le anula su visa y le prohíbe realizar transacciones financieras o comerciales con instituciones estadounidenses.
 
En la lista también fue incluido Samark José López Bello, también venezolano, a quien el Tesoro identificó como testaferro del vicepresidente. El Tesoro además publicó una lista de 13 empresas controladas por López Bello y otros allegados a las que aplicará sanciones por, supuestamente, conformar una red internacional con tentáculos por las Islas Vírgenes Británicas, Panamá, el Reino Unido, Estados Unidos y Venezuela.
 
El Aissami, según Estados Unidos, "facilitó el envío de narcóticos desde Venezuela" y también "supervisó o poseyó parcialmente envíos de narcóticos de más de 2,000 libras (1,000 kg) desde Venezuela en múltiples ocasiones, incluyendo algunos con destino final en México y en Estados Unidos".
 
El texto, citado por Reuters y AP, también detalla que el vicepresidente venezolano "facilitó, coordinó y protegió" a otros narcotraficantes que operan en Venezuela como Wallid Makled, el colombiano Daniel Barrera y al cártel mexicano de Los Zetas.
 
Una "miserable agresión"
 
El Aissami apenas reaccionó este martes con una fila de tuits en los que catalogó su inclusión en la lista como una "infame agresión". "Que no nos distraigan estas miserables provocaciones", escribió. "No podrán con nuestra resolución inquebrantable de ser LIBRES para siempre", dijo en otro trino.
 
Independientemente de las sanciones a las que pueda ser objeto en territorio estadounidense, el estar incluido en la lista negra enciende las alarmas en las aduanas, aeropuertos y puertos a nivel internacional. "Esa persona marcada (...) perderá la movilidad internacional", indicó el abogado Alejandro Rebolledo, experto en temas sobre lavado de dinero.
 
De tales operaciones ilícitas, El Aissami –de ascendencia sirio-libanesa y 42 años de edad– obtuvo un beneficio económico significativo, según fuentes oficiales.
 
Que El Aissami figure en la lista es producto de una investigación de varios años. El diario The Wall Street Journal fue el primero que dio cuenta de esta investigación en 2015.
 
El vicepresidente es una de las piezas fundamentales del gobierno venezolano. El presidente Maduro lo nombró a comienzos de año como vicepresidente en momentos de gran inestabilidad. Anteriormente se había desempeñado como ministro de Interior, Justicia y Paz. Además estuvo al frente del denominado "comando nacional antigolpe" cuya finalidad era enfrentar supuestos planes desestabilizadores.
 
Si se produjera la revocación de Maduro, impulsada desde la oposición, El Aissami asumiría su lugar.
 
El socio
 
El economista y empresario Samark López Bello está vinculado a Tareck El Aissami desde que el ahora vicepresidente iniciaba su vida política en Mérida, el estado andino del occidente del país donde nació y creció. López se desempeñó como director de Planificación de la Gobernación de esa entidad.
 
Mientras El Aissami profundizaba en su carrera política con el chavismo y ocupó los cargos de Ministro del Interior y luego Gobernador del estado Aragua, López asumía contratos con el gobierno venezolano con empresas proveedoras a la estatal Siderúrgica del Orinoco (Sidor). Posteriormente hizo su fortuna en el mundo petrolero. El portal Poderopedia ubicó cinco empresas de su propiedad que entablaron negocios con el Estado venezolano.
 
Los activos confiscados hasta ahora en territorio estadounidense se concentran en el sur de Florida y, según fuentes oficiales, su valor asciende a varios millones de dólares.
 
En la lista que publica el departamento del Tesoro están tres aeronaves, 13 empresas, de las que tres son locales ubicados en Brickell Avenue, el barrio financiero de Miami.
 
Mientras que el gobierno de Venezuela permaneció en silencio, Samark López, a través de comunicado, sostuvo que su inclusión se había realizado "injustificadamente" y señaló que el el documento del Departamento del Tesoro "no contiene ninguna evidencia fáctica o justificación legal respecto de la razón por la cual Samark Lopez debe ser colocado en ese listado, más allá de que Samark Lopez y Tareck El Aissami se conocen personalmente".
 
López acusó a las autoridades de Estados Unidos de que "listado parece estar motivado políticamente" y anunció que "ejercerá todos los recursos legales, administrativos y judiciales posibles".
 
Primera sanción de Trump
 
Se trata de la primera medida de sanción financiera a un funcionario extranjero impuesta por el gobierno de Donald Trump desde que llegó al poder y se da el mismo día que el pleno del Senado debía aprobar la nominación de Steven Mnuchin como nuevo secretario del Tesoro.
 
Desde el cargo Mnuchin será el encargado de administrar el programa de sanciones de Washington, como las que rigen sobre Cuba, Irán o Rusia.
 
El Tesoro coordina con el Departamento de Estado este tipo de sanciones sobre personas o países que considera que tienen vínculos con organizaciones ilegales, como carteles narcotraficantes o grupos terroristas y para eso dependen de la información recabada por las agencias de inteligencia.
 
El paso de este lunes llega después de que un grupo bipartidista de más de 34 legisladores de Estados Unidos solicitara al gobierno de Trump sancionar a funcionarios venezolanos por corrupción y violación de derechos humanos.
 
En 2009, el entonces ministro de Interior y Justicia Tareck El Aissami también fue señalado por el gobierno de Estados Unidos por presuntamente haber emitido pasaportes venezolanos a organizaciones terroristas como Hamas y Hezbolá.
 
Las autoridades lo denunciaron además por supuestamente reclutar a jóvenes venezolanos de origen árabe para ser entrenados en campos de Hezbolá en el sur del Líbano.
 
En 2008, el Tesoro estadounidense señaló al exministro de Defensa y ahora gobernador del estado, Trujillo Henry Rangel Silva, y al exministro del Interior y actual gobernador de Guárico, Ramón Rodríguez Chacín, como narcotraficantes por su supuesta colaboración con la guerrilla colombiana FARC, informó AP.
 
Tres años más tarde, Estados Unidos designó como narcotraficantes a otros cuatro altos funcionarios venezolanos y en 2013 añadió a la lista a un ex capitán de la Guardia Nacional.
 
 
Fuente: CNN / Univisión
 
 
 
AMÉRICA LATINA
Quién es Tareck El Aissami, el vicepresidente de Venezuela al que EEUU acusa de vínculos con el narcotráfico.
 
El abogado de 42 años es el funcionario venezolano de mayor rango que Washington incluyó en su lista de sancionados. El Aissami fue ministro de Interior y Justicia de Hugo Chávez. En 2010, el tercer hombre más buscado por la DEA dijo que le pagó a su hermano para traficar droga por Venezuela.
 
CARACAS, Venezuela.- Tareck Zaidan El Aissami Maddah, el vicepresidente de Venezuela al que EEUU incluyó este lunes en una lista de sancionados por sus supuestos vínculos con el narcotráfico, se jacta de ser “radicalmente chavista”.
 
“Agárrense los terroristas de extrema derecha, Tareck los conoce y tiene los ganchos listos. Vamos con todo contra los terroristas”, advirtió el presidente Nicolás Maduro en enero al hacer público su nombramiento en cadena de radio y televisión.
 
Ahora es a él al que lo están acusando de estar vinculado al narcotráfico y por eso el departamento del Tesoro decidió congelarle los fondos que tiene en en el país por su supuesto papel clave en un esquema de tráfico de drogas y supuestamente supervisó el envío de cargamentos de droga a México con destino final a EEUU.
 
La hoja de vida de este funcionario de ascendencia sirio-libanesa y 42 años acumula tantos cargos burocráticos como denuncias y escándalos. Identificado como una de las figuras más influyentes del chavismo, ha sido señalado en Estados Unidos de mantener vínculos con el narcotráfico, acumular un enorme poder político y económico, y comprar una importante red de medios de comunicación a través de testaferros.
 
Aunque esperada desde hace semanas, su designación como vicepresidente en enero generó todo tipo de especulaciones por una razón: si Maduro abandonara el palacio de Miraflores por algún motivo, El Aissami tomaría las riendas del Ejecutivo hasta completar el periodo en 2019. Entonces, el que ya todos reconocen como un futuro “presidenciable” ascendería a Jefe de Estado sin necesidad de convocar elecciones.
 
Su crecimiento en la política venezolana ha sido meteórica. Desde 2005 ocupó los puestos de diputado en el Parlamento, viceministro de Seguridad Ciudadana, ministro de Relaciones Interiores durante cuatro años, y hasta este miércoles fue gobernador del estado Aragua, en el centro norte del país, uno de los más violentos del país. Además, forma parte de la dirección nacional del Partido Socialista Unido de Venezuela (Psuv).
 
El Aissami es abogado y criminólogo egresado de la Universidad de Los Andes (ULA), donde fue alumno del profesor Adán Chávez, hermano mayor del fundador de la revolución bolivariana. Hijo de una familia de origen sirio-libanesa que se asentó en la población de El Vigía, estado Mérida, en los andes venezolanos, este hombre de 42 años siempre ha estado en el ojo del huracán.
 
En octubre de 2010, el narcotraficante venezolano Walid Makled aseguró al diario El Nacional que había pagado 100,000 dólares al hermano del actual vicepresidente, Firaz El Aissami, para manipular a la policía en el estado Aragua. En ese tiempo, Makled llegó a ser el tercer hombre más buscado por la agencia antidrogas de Estados Unidos (DEA) y Tarek El Aissami era el encargado de coordinar las tareas de los cuerpos de seguridad del Estado en su condición de titular de Relaciones Interiores.
 
“Me comentó que si yo tenía alguna otra cosa más, algún otro negocio, que le dijera, que él estaba a la orden porque necesitaban dinero. Esas fueron las palabras y las expresiones de Firaz”, declaró Makled, condenado a 14 años de prisión en los calabozos del Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (Sebin).
 
El vicepresidente de Venezuela, Tareck El Aissami, ha sido incluido en la lista de funcionarios de ese país que presuntamente colaboran con el narcotráfico, según fuentes oficiales estaounidenses. La inclusión en este grupo, elaborado por el Departamento del Tesoro , congela cualquier tipo de activos que el funcionario tenga en Estados Unidos. 
  
El vicepresidente de Venezuela, Tarek El Aisami, durante la toma de posesión del nuevo directorio de la petrolera estatal venezolana, PDVSA. 31 enero de 2017.  Foto: Marco Bello/Reuters | Univision
  
Tareck El Aissami, entonces ministro del Interior, acompaña al presidente ruso Vladimir Putin, durante la visita del mandatario a Venezuela en 2010.  
  
Tareck El Aissami, junto a Wilson Ramos, beisbolista venezolano del equipo Nacionales de Washington que fue secuestrado por criminales y recatado por las autoridades venezolanas, subordinadas a El Aissami, entonces ministro del interior y justicia, 2011.  
  
Tareck El Aissami muestra a los medios material confiscado en un laboratorio de drogas desmantelado por las autoridades venezolanas, en agosto de 2011. El entonces ministro del interior y justicia exponía los logros de un operativo contra el narcotráfico llamado “Operación Sierra”, en la frontera con Colombia.  
  
Tareck El Aissami, entonces gobernador del estado Aragua, formó parte de la delegación del gobierno que participó en la mesa de diálogo con la oposición convocada por iniciativa del Vaticano en octubre pasado en Venezuela. Junto a él estuvieron el alcalde del municipio capitalino de Libertador, Jorge Rodríguez, y la canciller Delcy Rodríguez.  Foto: Federico Parra / AFP / Getty Images | Univision
  
El entonces ministro de Interior y Justicia, Tareck El Aissami (I), y el antiguo director de la Organización Nacional Antidrogas (ONA), Néstor Reverol, revisan una narco avioneta interceptada en enero de 2010 en Venezuela. Pocos meses después, ambos funcionarios fueron señalados por el capo venezolano Walid Makled de estar involucrados en sus operaciones de tráfico de cocaína.  
  
Durante su gestión como ministro de Interior y Justicia de Hugo Chávez, en diciembre de 2009, Tarek El Aissami creó el Servicio Bolivariano de Inteligencia (Sebin) que pasó a sustituir a la policía política conocida hasta entonces como Disip.  Foto: Juan Barreto / AFP / Getty Images | Univision
  
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Luego de conocerse los señalamientos del capo, el primero que rompió lanzas por la dignidad del funcionario fue el entonces presidente Hugo Chávez.
 
“Estoy absolutamente seguro de la honestidad, la transparencia y el carácter revolucionario verdadero del ministro Tareck El Aissami (…) Salgo en defensa de mi ministro, mi compañero y amigo, eche pa’ lante Tareck”, reaccionó el mandatario venezolano.
 
En mayo de 2015, el diario estadounidense The Wall Street Journal incluyó a El Aissami en una lista de funcionarios venezolanos que estarían siendo investigados en Estados Unidos “bajo sospecha de convertir a Venezuela en un centro global de la cocaína”. El diario indicó que el exministro de Finanzas de Chávez, Rafael Isea, que desertó del país en 2013, reveló a las autoridades norteamericanas que Makled “le pagaba” a El Aissami “para enviar cargamentos (de droga) a través de Venezuela”.
 
 
Funcionarios venezolanos, bajo sospecha de convertir el país en un centro global de la cocaína
 
Fiscales de Estados Unidos investigan a varios altos funcionarios venezolanos, entre ellos al presidente de la Asamblea Nacional, bajo la sospecha de que han convertido el país en un centro global de tráfico de cocaína y lavado de dinero, según más de una decena de personas al tanto de las indagaciones.
 
Una división élite de la Administración para el Control de Drogas (DEA, por sus siglas en inglés) en Washington y fiscales federales en Nueva York y Miami están construyendo casos utilizando pruebas aportadas por ex traficantes de cocaína, informantes que eran cercanos a altos funcionarios venezolanos y desertores de las fuerzas armadas venezolanas, revelaron estas personas.
 
Un blanco importante, según un funcionario del Departamento de Justicia y otras autoridades estadounidenses, es el presidente de la Asamblea Nacional, Diosdado Cabello, considerado el segundo hombre más poderoso del país.
 
“Hay amplia evidencia para justificar que él es una de las cabezas, si no la cabeza, del cartel”, afirmó el funcionario del Departamento de Justicia de EE.UU., en referencia a un grupo de oficiales militares y altos funcionarios de los cuales se sospecha de estar involucrados en el narcotráfico. “Definitivamente es un blanco principal”.
 
Representantes de Cabello no respondieron llamadas y correos electrónicos en busca de comentarios. En el pasado, las autoridades venezolanas han rechazado acusaciones sobre la participación de altos funcionarios en el narcotráfico como un intento de EE.UU. por desestabilizar al gobierno izquierdista en Caracas.
 
Cabello dijo el miércoles en la televisión estatal que solicitó una prohibición judicial de salida del país contra 22 ejecutivos y periodistas de tres medios de noticias venezolanos a los que ha demandado por publicar este año notas sobre las acusaciones de narcotráfico. “Yo me siento agraviado y ninguno de ellos ha pedido disculpas, ahora el malo soy yo que me acusaron de narcotraficante sin una sola prueba y el malo soy yo ¡Qué cosas, no!”, apuntó Cabello.
 
El gobierno del presidente Barack Obama no está dirigiendo ni coordinando las pesquisas, que son llevadas a cabo por fiscales federales con amplias facultades para perseguir sospechosos. No obstante, si las investigaciones derivan en la presentación pública de cargos contra Cabello y otros, el furor resultante en Venezuela podría sumir las relaciones entre ambos países en la crisis más grave desde que el difunto líder populista Hugo Chávez asumió el poder hace 16 años.
 
“Sería sísmica”, afirmó un funcionario estadounidense sobre la prevista reacción de Venezuela. “Le echarán la culpa a una amplia conspiración de derecha”.
 
Funcionarios estadounidenses dicen que han avanzado mucho en sus investigaciones. Sin embargo, agregan que es posible que las posibles presentaciones de cargos permanezcan selladas hasta que las autoridades puedan realizar detenciones, algo que sería difícil, si no imposible, a menos que los acusados viajen al exterior.
 
Las investigaciones son una respuesta al crecimiento explosivo del narcotráfico en Venezuela, dicen funcionarios estadounidenses. Presionados por Colombia, donde las autoridades combatieron enérgicamente el tráfico de drogas con US$10.000 millones en asistencia que EE.UU. proveyó desde 2000, muchos traficantes colombianos trasladaron sus operaciones al país vecino. En Venezuela, dicen funcionarios estadounidenses, hallaron un gobierno y fuerzas armadas dispuestos a permitir, y con el tiempo controlar, el tráfico de cocaína a través del país.
 
“La mayoría de los traficantes de alto perfil se mudó a Venezuela durante ese tiempo”, dijo Joaquín Pérez, un abogado de Miami que representa a narcotraficantes colombianos clave que han reconocido que operan desde Venezuela.
 
Venezuela no produce coca, la hoja que se usa para hacer cocaína, ni la droga en sí. No obstante, EE.UU. estima que cerca de 131 toneladas de cocaína, cerca de la mitad de la cocaína producida en Colombia, pasó por Venezuela en 2013, el último año del cual se tienen cifras.
 
Los fiscales no apuntan al presidente Nicolás Maduro, quien ha estado en el poder desde la muerte de Chávez hace dos años. Sin embargo, altos funcionarios de seguridad pública de EE.UU. dicen que consideran a varios funcionarios y oficiales militares venezolanos como los líderes de facto de organizaciones narcotraficantes que utilizan a Venezuela como el punto de partida para los envíos de cocaína a EE.UU. y Europa.
 
“Es una organización criminal”, señaló el funcionario del Departamento de Justicia, refiriéndose a ciertos miembros de las altas esferas del gobierno y las fuerzas armadas de Venezuela.
 
Mildred Camero, quien presidió la Comisión Nacional Contra el Uso Ilícito de las Drogas de Venezuela hasta que fue obligada a salir abruptamente en 2005, indicó que Venezuela tiene “un gobierno narcotraficante y de lavadores de dinero”. Recientemente colaboró con un libro, Chavismo, narcotráfico y militarismo, en el cual afirmó que la corrupción vinculada con el narcotráfico había penetrado el Estado, nombrando a más de una decena de funcionarios, incluyendo nueve generales, que presuntamente trabajaron con traficantes.
 
Las agencias de seguridad de EE.UU. señalaron que han acelerado sus investigaciones en los últimos dos años, un período en el que la economía de Venezuela ha empeorado drásticamente. El crimen desenfrenado se ha disparado, lo que ha convertido a Venezuela en el país más violento del continente y motivado a la gente a emigrar.
 
La profunda crisis ha facilitado a las autoridades estadounidenses el reclutamiento de informantes, dicen fuentes cuyo trabajo es enlistar personas cercanas a altos funcionarios venezolanos. Narcotraficantes colombianos y venezolanos también han llegado a EE.UU., con ansias de proporcionar información sobre funcionarios venezolanos a cambio de sentencias menores y la residencia, dicen autoridades de EE.UU.
 
“A partir de la agitación en Venezuela, hemos tenido mayor éxito en el desarrollo de estos casos”, precisó un fiscal federal del Distrito Este de Nueva York que trabaja en casos venezolanos.
 
En enero, los investigadores de EE.UU. lograron una captura importante cuando el capitán de la armada Leamsy Salazar desertó y fue llevado a Washington. Salazar, que había encabezado el equipo de seguridad de Cabello, les dijo a las autoridades estadounidenses haber sido testigo de que éste supervisó el envío de un gran cargamento de cocaína desde la península de Paraguaná, en Venezuela, afirmaron personas al tanto del caso.
 
Cabello ha criticado públicamente a su ex guardaespaldas, asegurando que no dirigía su equipo de seguridad y calificándolo de un “infiltrado” que no tiene pruebas de su participación en el narcotráfico. “Nuestra conciencia está totalmente tranquila”, dijo en una entrevista de radio.
 
Rafael Isea es otro ex funcionario que ha estado hablando con investigadores, según fuentes al tanto. Ex viceministro y por un breve lapso Ministro de Finanzas y gobernador del estado Aragua, Isea escapó de Venezuela en 2013. Fuentes al tanto del caso dicen que Isea dijo a los investigadores que Walid Makled, un jefe narco que ahora se encuentra en la cárcel, le pagaba al ex ministro del Interior, Tarek El Aissami, para enviar cargamentos a través de Venezuela.
 
Casi un año después de abandonar el país, Isea fue acusado de cometer irregularidades financieras durante sus días como gobernador por la fiscal general del país, y por El Aissami, quién lo sucedió como gobernador de Aragua.
 
“Hoy Rafael Isea, este bandido, traidor, está refugiado en Washington y entregado al programa de testigos protegidos a cambio de aportar información basura en contra de Venezuela”, anotó recientemente El Aissami en la televisión venezolana.
 
Isea ha calificado las acusaciones de falsas, motivadas políticamente y diseñadas para desacreditarlo.
 
Además de El Aissami, otros funcionarios poderosos bajo investigación incluyen a Hugo Carvajal, un ex director de inteligencia militar; Néstor Reverol, comandante general de la Guardia Nacional; José David Cabello, el hermano de Diosdado Cabello, ministro de Industrias y además superintendente nacional Aduanero y Tributario, y el general Luis Motta Domínguez, un general de la Guardia Nacional a cargo de la zona centro de Venezuela, de acuerdo con media docena de funcionarios y personas al tanto de las investigaciones.
 
Llamadas y mensajes de correo electrónico en busca de comentarios de varios ministerios gubernamentales, así como de la oficina de la Presidencia de Venezuela no obtuvieron respuesta. Algunos funcionarios han salido a las redes sociales para ridiculizar las investigaciones estadounidenses. Una cuenta de Twitter a nombre del general Motta Domínguez dijo a principios de este año: “Ya saben el que quiera su green card y vivir en USA para conocer Disney, escoja su líder y acúselo de narco... DEA tours los atenderá jejeje!”.
 
Para desarrollar los casos, los funcionarios de las agencias de seguridad estadounidenses trabajan con exiliados venezolanos y otros para localizar y reclutar a venezolanos insatisfechos.
 
“Nosotros sacamos a la gente de Venezuela y nos reunimos con ellos en Panamá, Curaçao y Bogotá”, dijo un ex agente de inteligencia que trabaja con autoridades de EE.UU. para reclutar e interrogar a venezolanos que tienen evidencia de vínculos entre las autoridades venezolanas y el narcotráfico.
 
Ex oficiales militares venezolanos y otros en el exilio ayudan a ponerse en contacto con sus antiguos compañeros e instarlos a desertar, dijo el reclutador. Si el desertor puede proporcionar información útil, indicó el reclutador, es transportado por aire a EE.UU. y a una nueva vida.
 
“¿Qué quiere Estados Unidos?”, preguntó el reclutador, que ha lleva trabajando en casos venezolanos desde 2008. “Estados Unidos quiere pruebas, evidencias de las relaciones entre los políticos, militares y funcionarios con narcotraficantes y con grupos terroristas”.
 
Recientemente, en Capital Grille, un lujoso restaurante de Washington, a unas cuadras del Congreso de EE.UU., un operativo venezolano que trabaja con un organismo de seguridad pública de EE.UU. contestó la llamada de un intermediario de un funcionario de alto nivel en Caracas que buscaba intercambiar información por un trato favorable de parte de EE.UU.
 
“Dile que lo veo en Panamá la semana que viene”, dijo el operativo, interrumpiendo su almuerzo de ostras y bistec.
 
El mayor blanco es Diosdado Cabello, ex teniente del ejército de 52 años que estableció un vínculo estrecho con Chávez en la academia militar cuando ambos jugaban en el mismo equipo de béisbol. Cuando Chávez lanzó un intento fallido de un golpe de Estado en 1992, Cabello dirigió una columna de cuatro tanques que atacó el palacio presidencial en el centro de Caracas.
 
Cabello ha sido ministro de Obras Públicas —lo que también le dio control de aeropuertos y puertos— y además ministro del Interior y vicepresidente. También fue presidente durante unas horas en abril de 2002, cuando Chávez fue expulsado brevemente en un fallido golpe de Estado.
 
Muchos analistas y políticos en Venezuela dicen que creen que el poder de Cabello rivaliza con el de Maduro y está fundamentado en su influencia entre los generales venezolanos.
 
Julio Rodríguez, un coronel retirado que conoce a Cabello de sus días en la academia militar, indica que el presidente de la Asamblea Nacional tiene lazos estrechos con 46 de los 96 tenientes coroneles actualmente a cargo de batallones en Venezuela.
 
Hugo Carvajal, ex director de inteligencia militar de Venezuela, acusado en Nueva York y Miami de cargos federales de tráfico de droga,
 
Bajo, fornido y de cuello corto y grueso, Cabello, que a menudo porta un uniforme chavista estándar de camiseta roja y chaqueta tricolor con el amarillo, azul y rojo de la bandera nacional, es anfitrión del programa Con el mazo dando en la televisión estatal, en el que usa grabaciones telefónicas de opositores para atacarlos y avergonzarlos. Rodríguez dijo que cree que Cabello nunca hará ningún tipo de acuerdo con EE.UU. “Diosdado es un kamikaze”, afirmó. “Nunca se rendirá”.
 
Investigadores estadounidenses han construido trabajosamente casos contra funcionarios venezolanos utilizando la información obtenida de casos delictivos en EE.UU. En Miami, dicen personas familiarizadas con el asunto, un elemento clave en dichas investigaciones fue un banda de contrabando de drogas manejada por el colombiano Roberto Méndez Hurtado. Este narcotraficante habría ingresado cocaína en Venezuela a través del estado occidental de Apure y, de acuerdo con personas familiarizadas con su caso, se habría encontrado con altos funcionarios venezolanos. La cocaína era trasladada por barco o avión a islas del Caribe antes de alcanzar las costas de EE.UU.
 
Méndez Hurtado se declaró culpable en una corte federal de Miami en 2014 y recibió una pena de prisión de 19 años. Fuentes cercanas a la investigación dicen que él y sus cómplices no habrían sido capaces de operar sin haberle pagado a una serie de altos oficiales militares y funcionarios del gobierno venezolano.
 
“Es súper claro el involucramiento de altos oficiales de la Guardia Nacional y del gobierno de Venezuela en el narcotráfico”, dijo un ex oficial de inteligencia y lucha contra el narcotráfico de la Guardia Nacional de Venezuela que huyó del país el año pasado asustado por la abrumadora corrupción que veía a diario.
 
“Todos se sienten presionados”, dijo. “Las presiones llegan a que todos se rinden al narco”.
 
En otro caso judicial en Brooklyn, los fiscales han conocido las complejidades del comercio de drogas en Venezuela después de romper una red de contrabando de cocaína dirigido por Luis Frank Tello, quien se declaró culpable, según documentos judiciales. La cocaína era traída por la frontera con Colombia y enviada al norte con la ayuda de agentes de la Guardia Nacional de Venezuela, a veces desde el aeropuerto de Maracaibo, la segunda ciudad del país.
 
Las pesquisas estadounidenses de funcionarios venezolanos han estado en curso durante años, aunque los investigadores a veces se han visto frustrados por cuestiones políticas.
 
En 2008, el Departamento del Tesoro de Estados Unidos puso a tres importantes asesores del entonces presidente Chávez en una lista negra y congeló todos sus activos en EE.UU. Entre ellos se hallaba Carvajal, conocido como “El Pollo”, entonces jefe de la inteligencia militar. EE.UU. actuó después de que amplias pruebas surgieran a principios de ese año de las computadoras de un comandante de la guerrilla colombiana muerto, en la que, según los gobiernos de EE.UU. y Colombia, se describía el floreciente comercio de cocaína por armas entre los rebeldes y generales y oficiales venezolanos.
 
En 2010, la fiscalía de Manhattan hizo pública una acusación contra Makled, el distribuidor de drogas venezolano acusado de enviar toneladas de cocaína a EE.UU. a través de Puerto Cabello, principal puerto marítimo del país, supuestamente controlado por Makled. Este, que había sido capturado en Colombia, se jactaba de tener 40 generales venezolanos en su nómina.
 
“Todos mis socios comerciales son generales”, dijo entonces Makled en su correspondencia con uno de sus asociados, a la que tuvo acceso The Wall Street Journal. “Te estoy diciendo despachamos 300.000 kilos de coca. No podría haberlo hecho sin la parte superior del gobierno”.
 
Agentes de la DEA entrevistaron a Makled en una prisión colombiana mientras se preparaban para extraditarlo a Nueva York. Pero en cambio, Colombia lo extraditó en 2011 a Venezuela, donde fue condenado por tráfico de drogas. El pasado febrero fue condenado a 14 años y seis meses de cárcel.
 
En julio pasado, funcionarios antidrogas estadounidenses casi atrapan a Carvajal, quien había sido acusado en Miami y Nueva York de narcotráfico y detenido en Aruba a instancias del gobierno estadounidense. Pero las autoridades holandesas lo liberaron a Venezuela con el argumento de que tenía inmunidad diplomática.
 
Tras la liberación de Carvajal, Maduro elogió al antiguo jefe de inteligencia, a quien definió como un dedicado luchador contra las drogas que batió récords mundiales capturando a capos del narcotráfico.
 
EE.UU. también está recopilando información de los banqueros y financistas que manejan el dinero de altos funcionarios venezolanos. Desde el año pasado, dicen personas familiarizadas con el asunto, el gobierno de EE.UU. ha revocado las visas de al menos 56 venezolanos, incluyendo banqueros y financistas cuyas identidades no se han hecho públicas. Algunos han tratado de cooperar con los investigadores con el fin de poder volver a ingresar a EE.UU.
 
“Ellos están sacudiendo a todos estos corredores de dinero”, dijo un abogado que representa a dos financistas venezolanos que han tenido sus visas revocadas. “La información está llegando muy rápidamente”.
 
Fuente: —Chris Matthews en Nueva York contribuyó a este artículo. - 
José de Córdoba a jose.decordoba@wsj.com y a Juan Forero a Juan.Forero@wsj.com