28 de Marzo, 2024
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UN G20 ENSOMBRECIDO POR DISPUTAS

Líderes de G-20 enfrentan una cumbre en Argentina ensombrecida por disputas

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BUENOS AIRES, 30 nov (Reuters) - La cumbre de las principales economías del mundo comenzará el viernes con una cruzada de sus líderes por evitar los efectos colaterales de una guerra comercial entre Estados Unidos y China que golpeó a los mercados mundiales.
 
A la espera del tipo de drama geopolítico divisivo que el presidente Donald Trump suele traer al escenario internacional, la reunión anual de dos días será una prueba importante para los miembros del G-20.
 
Los líderes se reunieron por primera vez en 2008 para ayudar a rescatar a la economía mundial de la peor crisis financiera en siete décadas, pero el grupo ahora enfrenta dudas sobre su relevancia para lidiar con los problemas económicos actuales.
 
 
La cumbre en la capital argentina estará marcada por una amarga disputa comercial entre Estados Unidos y China, las dos economías más grandes del mundo, que han impuesto aranceles mutuos a importaciones por cientos de miles de millones de dólares.
 
Todos los ojos estarán puestos en un encuentro previsto para el sábado entre Trump y el presidente chino, Xi Jinping, en el que se espera hallen el modo de calmar las aguas y avanzar hacia la resolución de las diferencias que amenazan a la economía global.
 
En vísperas de la cumbre, las naciones del G-20 trabajaban contrarreloj para llegar a un acuerdo sobre temas clave como el comercio, la inmigración y el cambio climático, que en los últimos años se han resuelto con bastante antelación. Esas divisiones resaltan cómo se fracturó la agrupación.
 
De hecho, el escepticismo de Trump acerca de que el calentamiento global sea causado por la actividad humana plantea dudas sobre si los países podrán mostrar suficiente consenso como para incluir el tema en el comunicado final de la cumbre.
 
Otra cuestión ríspida es la escalada del conflicto entre Rusia y Ucrania, que seguramente estará en la mente de muchos líderes cuando vean al presidente ruso, Vladimir Putin.
 
Y también hay preguntas sobre cómo manejar la incómoda presencia del príncipe heredero saudí Mohammed bin Salman. El gobernante de facto llegó en medio de una amplia controversia sobre el asesinato en octubre del periodista crítico Jamal Khashoggi en un consulado de Arabia Saudita en Estambul.
 
 
INCERTIDUMBRE SOBRE TRUMP
 
La pregunta que muchos se hacen es cómo Trump, conocido por su imprevisibilidad, se comportará en la que se perfila como una de las cumbres más importantes del grupo.
 
A principios de mes, funcionarios de los países asistentes a una cumbre Asia-Pacífico no pudieron ponerse de acuerdo por primera vez sobre una declaración conjunta, cuando la delegación de Estados Unidos, encabezada por el vicepresidente Mike Pence, se enfrentó con China por el comercio y la seguridad.
 
En mayo, Trump rechazó una declaración de colegas líderes de las economías industrializadas del G-7 luego de que una tensa reunión terminara en una condena, nuevamente por los aranceles y el comercio.
 
Antes de dirigirse a Buenos Aires el jueves, Trump sostuvo que estaba abierto a un acuerdo comercial con China, pero dijo: “No sé si quiero hacerlo”.
 
Pese a los planes iniciales de no ir a la cumbre, el asesor comercial de línea dura de Trump, Peter Navarro, se incorporó a la delegación de su país a último minuto y se espera que asista a la reunión entre Trump y Xi, dijeron a Reuters un funcionario de Estados Unidos y una fuente familiarizada con la situación.
 
China, por su parte, espera “resultados positivos” para resolver la disputa comercial con Estados Unidos, dijo el jueves el Ministerio de Comercio.
 
La desaceleración de la economía mundial empeorará si Trump sigue adelante con los planes para aumentar al 25 por ciento los aranceles a importaciones de China por un valor de 200.000 millones de dólares, dijo a Reuters el secretario general de la OCDE, Ángel Gurría.
 
Mientras que la reunión de Trump con Xi está encaminada, el presidente de Estados Unidos canceló el jueves su encuentro previsto con Putin, citando la reciente incautación de buques ucranianos por parte de Rusia.
 
Un posible punto destacado en la cumbre podría ser la firma de un pacto comercial revisado entre Estados Unidos, México y Canadá, prevista para el viernes.
 
Pero el jueves los negociadores aún discutían el pacto, dijeron funcionarios.
 
 
Los tres países cerraron en principio un trato sobre el billón de dólares que comercia el bloque después de un año y medio de conversaciones, que concluyeron con una negociación nocturna una hora antes de la fecha límite del 30 de septiembre. (Reporte adicional de Andreas Rinke en Berlín, Jeff Mason, Roberta Rampton y Makini Brice en Washington, Yawen Chen y Ryan Woo en Pekín, y Cassandra Garrison, Daniel Flynn y Pablo Garibian en Buenos Aires Matt Spetalnick, Eliana Raszewski
 
 
Fuente: REUTERS
Matt Spetalnick, Eliana Raszewski
29-11-2018
 
 
Rusia cree que Trump canceló reunión con Putin por razones domésticas
 
MOSCÚ, 30 nov (Reuters) - Rusia cree que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, canceló su reunión con Vladimir Putin debido a problemas domésticos en lugar de la situación de Ucrania, dijo el viernes el ministerio ruso de Relaciones Exteriores.
 
“¿Es la provocación iniciada por Kiev en esta área (el mar de Azov) una razón real para la cancelación? Lo oímos como versión oficial y lo aceptamos. ¿Es real? Creo que deberíamos buscar respuestas en la situación política de Estados Unidos”, dijo la portavoz Maria Zakharova, según agencias de noticias rusas.
 
Reporte de Katya Golubkova Editado en español por Natalia Ramos
 
 

A FONDO-Embarques de soja de EEUU hacia Argentina revelan distorsiones de guerra comercial
 
 
BUENOS AIRES/CHICAGO, 30 nov (Reuters) - Un barco llamado “Torrent” está cerca de finalizar un viaje de cerca de 8.000 kilómetros en el que está transportando un cargamento de soja desde la región estadounidense de los Grandes Lagos hacia Argentina, un trayecto que sólo tiene lógica económica por la guerra comercial entre Estados Unidos y China.
 
El barco atracaría en la zona portuaria de Rosario el 4 de diciembre, apenas unos días después de una reunión comercial de alto nivel en Buenos Aires entre los líderes de las dos economías más grandes del mundo, el presidente estadounidense, Donald Trump, y el líder chino, Xi Jinping.
 
Ambos mandatarios se reunirán en el marco de la Cumbre del G20 y se espera que dialoguen sobre cómo poner paños fríos a una disputa comercial que ha resultado en una serie de aranceles por cientos de miles de millones de dólares en bienes, interfiriendo en los flujos de comercio global.
 
El cargamento de 20.000 toneladas de soja del Torrent es una de esas distorsiones y también uno de los 14 barcos que la procesadora de granos argentina Vicentin encargó para importar soja estadounidense, según datos portuarios analizados por Reuters.
 
Estas compras son las primeras importaciones significativas de soja estadounidense por parte de Argentina en dos décadas, según datos manejados por Vicentin.
 
“Una de las consecuencias de la guerra comercial es que la soja de Estados Unidos necesita encontrar nuevos destinos”, dijo Thomas Hinrichsen, presidente de la corredora con sede en Buenos Aires J.J. Hinrichsen, quien realiza las operaciones comerciales para Vicentin.
 
 
Según Hinrichsen, las cuentas calzan para las empresas cuando se traen “granos de soja de Estados Unidos más baratos a plantas de molienda eficientes en Argentina”.
 
Argentina, uno de los mayores exportadores mundiales de soja, en realidad tiene pocos motivos por el que importar la oleaginosa.
 
Pero este año, Argentina se encuentra entre los principales importadores de soja de Estados Unidos debido a que los precios del grano en el país norteamericano han caído un 15 por ciento desde mayo, cuando China amenazó con aplicar aranceles a las compras de la oleaginosa estadounidense.
 
Además de su bajo precio, Argentina necesita soja estadounidense para alimentar su masivo complejo de procesamiento de granos luego de que una feroz sequía causó severas pérdidas en la campaña 2017/18 del grano.
 
Mientras tanto, lo que queda de la soja de la campaña pasada está siendo enviada como alimento para animales a China, donde los compradores están pagando una prima por el grano sudamericano para cubrir la ausencia de la oferta estadounidense.
 
La secretaria argentina de Comercio Exterior, Marisa Bircher, dijo a Reuters que Argentina está buscando exportar más soja y derivados de la oleaginosa a India y el sudeste asiático. Sus principales destinos actuales son la Unión Europea (UE), Vietnam e Indonesia.
 
“Claramente se está generando un movimiento en el comercio internacional del grano por esta discusión entre Estados Unidos y China”, explicó Bircher.
 
Argentina incluso está negociando una licencia para exportar harina de soja directamente a China, que hasta el momento ha importado solamente granos de soja para procesarlos en sus plantas.
 
“Tenemos un muy buen vínculo con China (...) estamos negociando para que antes de fin de año podamos abrir el mercado de la harina de soja”, explicó Bircher.
 
Argentina, que estará en el centro de la atención mundial el viernes y sábado por la cumbre del G-20, mantiene buenas relaciones con Estados Unidos y China, y ha buscado concretar negocios con ambos países en las últimas semanas en base a oportunidades producidas por la guerra comercial.
 
Además de intentar exportar harina de soja a China, Argentina alcanzó un acuerdo de intercambio comercial de carne bovina con Estados Unidos por primera vez en 17 años.
 
Según datos del Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA), el “Torrent” es uno de los 43 barcos cargados con soja que han navegado desde julio de Estados Unidos hacia Argentina y el segundo en partir desde la región de los Grandes Lagos.
 
En el mismo período del año previo, 282 barcos con soja procedentes de Estados Unidos habían sido enviados a China y ninguno hacia Argentina, según datos del Gobierno estadounidense.

“DESTINOS CONTRANATURALES”
 
Las compañías agroexportadoras han tenido que adaptarse de manera rápida para mantener volúmenes masivos de bienes perecederos en movimiento al menor costo posible.
 
Terminales de granos en la costa noroeste de Estados Unidos, el punto de partida más directo para embarcaciones con dirección a Asia, están operando un 25 por ciento de las cargas de soja que habitualmente registran durante el otoño boreal.
 
Los granos de soja que normalmente eran transportados por tren hacia esa región ahora están siendo enviados al este, a terminales en la región de los Grandes Lagos, o al sur a México o la costa del Golfo, para luego ser dirigidos a destinos alternativos a China.
 
“Al enviar soja de Estados Unidos a destinos antinaturales -y a su vez utilizar soja de Brasil y Argentina como reemplazo para embarques a China en vez de la costa oeste estadounidense- hay un costo logístico inherente en esto”, dijo Soren Schroder, presidente ejecutivo de Bunge Ltd, en una entrevista reciente con Reuters.
 
Las ineficiencias suman “mucho, muchos millones” de dólares en nuevos costos, pagados por todo el sector, explicó Schroder.
 
 
 
Fuente: REUTERS
FuentHugh Bronstein, Karl Plumee 
Traducido por Eliana Raszewski y Maximilian Heath, Editado por Nicolás Misculin y Carlos Aliaga